Bali es famosa por sus hermosas playas de arena, por sus centenares de kilómetros de campos de arroz, por su cultura Hindu, para mencionar algunos. Durante bastante tiempo esas características de la isla han traído muchos turistas. Sin embargo, encontrar el equilibrio entre el crecimiento económico y el desarrollo sostenible está demostrado ser un serio desafío para el gobierno regional de Bali.
El turismo es un gran negocio en Indonesia. Y desde mi experiencia vi que casi todos los negocios estaban basados en la industria turística, o que fueron mayormente ayudados por el turismo (transporte, restaurantes, hoteles, deportes acuáticos, ventas artesanales, etc). Ahora, un poco de estadísticas:
- Más de 8 millones de turistas fueron a Bali en 2012.
- El gasto medio por persona es de $1118, con una estancia media de un poco más de una semana. (Esto es mucho dinero si tenemos en cuenta que más de 100 millones de indonesios aún sobreviven con solamente $2 al día.)
- El turismo aporta el 4,1 por ciento al PIB de Indonesia y emplea a 6,9 por ciento de la fuerza laboral (de hecho no me parece mucho en comparación a lo que vi cuando estaba viajando.) El turismo proporciona empleo y el crecimiento que tanto necesitan, y por lo tanto es altamente recomendado por el gobierno balinés y nacional.
El turismo cuenta como uno de los futuros motores del crecimiento económico nacional. Buscan impulsar a Indonesia en la diez primeras economías mundiales en 2025. El gobierno también tiene un Ministerio de Turismo y Economía Creativa independiente, con un ministro a tiempo completo. Varias agencias nacionales y locales han sido configuradas para promover el turismo y atraer a los turistas y se nota mucho. Esas agencias están desarrolladas en todas partes de la isla y los trabajadores son muy buenos en su función de motivar, atraer y vender a los turistas. Ademas de la promoción local y nacional del turismo, Bali se ha desarrollado también en la promoción internacional con la campaña de publicidad "Wonderful Indonesia" que es promovida en todo el mundo a través de ferias de promoción.
Sin embargo, hay un lado oscuro en esta prosperidad económica: Bali es cada vez más comercializada.
Grandes áreas de los campos de arroz previamente prístinos se concretan a dar paso a la nueva construcción y al desarrollo. Esto pone en peligro el bello entorno y la cultura tradicional de Bali. Desde mi punto de vista, aunque Bali ya es una isla preciosa, cuando viajé a su isla vecina, Lombok, vi una diferencia increíble entre el desarrollo turístico de las dos islas. Pienso que con el crecimiento tan rápido del turismo, el encanto de Bali no podría ser salvado ahora porque el turismo siempre continuará destruyéndole.
Irónicamente, con la intención de seducir el turismo y hacer camino para el nuevo desarrollo, Bali puede al mismo tiempo alejar los turistas que espera atraer.
